lunes, 7 de diciembre de 2015

Palabras de Omy, sobrino de Ricardo, en el día de su sepelio.

Ricardo Enrique y sus tres amigos, Luis, Lila y Fredy, desaparecieron un día 6 de diciembre, y siendo precisos mañana se cumplen exactamente 40 años. Para los que, quizás como yo, perdieron la noción del paso del tiempo, esas dos bellezas que están allá son mis hermanas tenían la edad de Victorina y Lorenzo (mis hijos)… y yo no había nacido...
Que hoy estemos aquí no es casualidad,  y podríamos hablar largo y tendido de los diferentes esfuerzos políticos y judiciales para que esto se haya logrado, incluso hoy que se está juzgando su desaparición forzada como parte de la Megacausa de la Perla en Córdoba, pero este no es el momento para hacer este tipo análisis.
Hoy, nuestra familia, y particularmente yo en nombre de mi padre, quisiéramos enfocarnos en agradecer a las personas que, desde sus distintos roles, pudieron llegar a hacer que esto sea posible; porque a fin de cuentas en esas posiciones de gobierno, en esos juzgados, o en el mismísimo EAAF, hay personas que se juegan su prestigio o su integridad para llegar a la verdad y la justicia.
Al mismo tiempo, pensaba en la cantidad de gente a la que uno tiene que agradecer en un momento como este, después de 40 años de búsqueda,  intente enumerarlo en función de la cantidad de recuerdos, de la cantidad de veces que mis abuelos o mi padre los nombraban, pero la lista se hacía interminable y crecía el riesgo de dejar a alguien fuera volviéndonos ingratos….
Aun así, tomo el riesgo y me gustaría agradecer a tres personas que de alguna forma representan a todos esos que nos fueron ayudando en esos tiempos turbulentos. Tres en representación de todos ustedes.
En una primera medida quisiera agradecer a Jorgito Saibene que como Pancho, Leandro, Jorge Mac William, Ubaldo, el abuelo Jesús o tantos otros familiares acompañaron la búsqueda y apoyaron en todo lo que fuera necesario, incluso poniendo a riesgo la naturaleza diezmando los aguiluchos de la ruta en uno que otro viaje a toda velocidad cuando alguien había proporcionado un posible dato. Comienzo el agradecimiento por la familia, porque somos una familia heterogénea y aun cuando muchos no compartían los ideales apoyaron en la búsqueda.
En segundo lugar quisiera agradecer a los amigos, a todos… pero aquí quisiera detenerme especialmente en Roberto Lavalle que se la jugó toda y cuando nadie se animaba, siendo abogado presentó los recursos de habeas corpus que permitieron la búsqueda del tío, quedando detenido por casi 9 meses…. Con esto quiero decir que literalmente arriesgo su vida por nuestra familia, nos apoyó y lo siguió haciendo a lo largo de toda nuestra vida… creo nunca podremos terminar de agradecerle.
En tercer lugar me gustaría agradecerle en nombre de esas personas que sin ser pariente desde el primer día se comportaron como tal… Para poner en contexto, en el Policlínico Regional del Villa Mercedes de los 70, existía un médico con la jerarquía, con la experiencia, la formación, la educación y sobre todo el reconocimiento de los directivos y de la gente como para que no le fuera necesario someterse a las tensiones de las guardias continuas, las trasnochadas y el cansancio que eso conlleva… Ese era el Dr Knez. Cuando fue jefe de papá, cada vez que mi viejo tuvo que salir a buscar a Ricardo, el Dr Knez ocupó su guardia y a la otra mañana ocupo su turno, día tras día… sin quejarse…. Pero no solo eso,  además lo aconsejó, lo calmo, lo contuvo y lo apoyo desde muchos otros aspectos… Por esto hasta el último día para nosotros fue el Tío Knez… Dios lo tenga en su gloria.
Quisiera además, agradecer en lo personal a nuestros padres, porque más allá del dolor pudieron sacarnos adelante. A lo largo de estos 40 años, buscaron a Ricardo por todos lados y puedo asegurarles no ha habido un solo día en que mi padre no espiara con el rabillo del ojo esperando que aparezca…. Esperando su vuelta a casa… Como comentara en La Perla, aún con esta doloroso pesar, se esforzaron en continuar con la familia, dándole  a Ricardo, 3 sobrinos y 9 sobrinos-nietos y he aquí donde considero  esta lo más importante de su legado… Aun con esa trunca esperanza, no sembraron en nosotros ni una pizca de resentimiento, no cultivaron odio, no generaron en nosotros la búsqueda de revancha… Aun cuando papá se empeñó en inculcarnos el compromiso de que no olvidemos para que no se repita, se plantó sobre su dolor alentándonos hacia el futuro, con una mirada comprometida con los demás y por sobre todo con amor incondicional por la familia…. Al principio, como todo joven, quizás no lo entendía, pero hoy con la llegada de mis hijos no puedo más que agradecer y admirar semejante claridad mental.
Finalmente quisiera dejarles una reseña de cómo era Ricardo para la familia, a los ojos de mi padre y mis abuelos era un chico risueño, estudioso, brillante y con esa inteligencia que roza lo desafiante al momento de preguntar. Hincha fanático de River disfrutaba además de jugar al básquet con sus amigos. Al momento de su desaparición tenía 20 años, en los tiempos de hoy sería prácticamente un niño.. Había descubierto la medicina y el peronismo en el mismo lugar que a River, de mi viejo 9 años mayor y su ejemplo en muchos aspectos.
Ricardo era un joven soñador pero, como diría Gandhi, era un soñador práctico: Quería que sus sueños se hicieran realidad… y, acertado o no, estaba comprometido con ellos. Por eso hoy, como la semana pasada en La Perla, quisiera volver a traer una frase del escritor brasilero Augusto Cury:
“Sin sueños las pérdidas se tornan insoportables, las piedras en el  camino se vuelven montañas, los fracasos se transforman en golpes fatales. Pero si tienes grandes sueños los errores producirán crecimiento, los desafíos producirán oportunidades, los miedos producirán coraje”.
Los sueños son la brújula que nos marca el camino a seguir, nos impulsan, nos fortalecen y nos permiten crecer. Renunciar a los propios sueños implica darle la espalda a la felicidad.
Hoy quisiera, en este breve homenaje al tío, desear que todos como Ricardo pudiéramos volver a comprometernos con nuestros sueños y desde ese lugar volvernos garantes de que hechos como este no sucedan NUNCA MAS y que así lleve otros 40 años las demás familias puedan, como nosotros, al fin tener su verdad y justicia.

Muchas gracias,

domingo, 6 de diciembre de 2015

Ayer Ricardo fue sepultado junto a sus padres. Fue una ceremonia muy emotiva para todos.... Cuando mis hermanos y yo contamos su historia hay una pregunta que siempre se repite: "¿ustedes no lo conocieron?". Sí, lo conocimos. Mi hermana tenía 3 años, yo tenía 1 año y seis meses, mi hermano no había nacido, pero su desaparición marcó profundamente nuestras vidas, nunca estuvo ausente, siempre fue un dolor punzante,  cada día, cada instante, marcando una pauta en nuestro camino, aún cuando casi no eramos conscientes. Nuestra relación con él fue cambiando a medida que crecimos, la historia de nuestras vidas modifico nuestros sentimientos, la madurez nos hizo comprenderlo, nos hizo darnos cuenta de lo que perdimos. Mi profundo agradecimiento a quienes nos acompañaron ayer, quienes compartieron nuestras lágrimas, quienes comprendieron nuestro dolor sin necesidad de hacerse esa pregunta...

martes, 1 de diciembre de 2015

Leía las palabras de mi hermano y pensaba: Nos robaron tus sueños, pero también los nuestros. Nos robaron la memoria de tu rostro, el sonido de tu voz, de tu sonrisa, tus abrazos, tus caricias. Nos robaron a un tío cariñoso, que quizá por su juventud hubiéramos sentido mas cercano, confidente, que nos hubiera consentido y apoyado cuando fuera necesario. Nos robaron una infancia feliz, sin gritos, sin llanto, sin tensiones, sin angustia...
Estamos felices porque pronto estarás en casa, pero también estamos tristes porque esas cosas jamás podremos recuperarlas, porque nunca nos dejaron tenerlas.....
María Silvina SAIBENE

Palabras de Omar José SAIBENE (h) en ocasiones del homenaje a Lila Rosa Gomez, Luis Agustín Santillan, Ricardo Enrique Saibene y Alfredo Felipe Sinópoli, el 26 de noviembre de 2015 en el predio del Espacio para la Memoria LA PERLA.


Hola a todos,
Solo quisiera robar unos minutos, principalmente para agradecerles a todos, por su esfuerzo, por su dedicación pero por sobre todo por cómo han tratado a nuestras familias.
Desde que trascendió la noticia del hallazgo de los restos de los chicos, muchos periodistas, incluso personas afines nos consultaron respecto de su militancia, la agrupación a la que pertenecían e incluso respecto de su formación política. Seguramente en nuestro mundo de adultos estas preguntas nos ayudan a explicar un poco el porqué de su trágico destino.
Hace una semana Victoria, ya en campaña de hacer las hermosas postales que hoy pueden ver, me hizo una consulta nueva que me desconcertó, me pregunto si podía hacer un resumen de las cosas que le gustaban a Ricardo… Siendo sincero, tuve que consultar con mi padre, porque de alguna forma en estos 40 años esos recuerdos personales transmitidos por mi abuela se estaban fugando…
La consulta de Victoria vino acompañada por otra sorpresa, mi hija mayor de 7 años a la cual estaba intentando explicar los acontecimientos, preguntó aún más allá… Puso su cara más seria y me dijo: ¿A quien se parecía? ¿El abuelo lo quería mucho? ¿Cómo era? Parada en su niñez, su mirada es solo promesa de futuro, sus sueños casi inalcanzables, y su preocupación los aspectos más humanos…
Hoy que estamos todos juntos, como familias que transitaron este camino quizás de formas muy distintas, quisiera traer nuevamente a nuestras mentes esa mirada de niños y, sin dejar de lado los demás aspectos,  resaltar aún sin conocerlos algo que estoy seguro estos cuatro chicos compartían: Todos, sin lugar a dudas eran soñadores, creyentes convencidos de que había chances de conseguir un futuro mejor.
Es por esto que hoy quisiera traer a colación un pensamiento del escritor brasilero Augusto Cury:
“Sin sueños las pérdidas se tornan insoportables, las piedras en el  camino se vuelven montañas, los fracasos se transforman en golpes fatales. Pero si tienes grandes sueños los errores producirán crecimiento, los desafíos producirán oportunidades, los miedos producirán coraje”.
Los sueños son la brújula que nos marca el camino a seguir, nos impulsan, nos fortalecen y nos permiten crecer. Renunciar a los propios sueños implica darle la espalda a la felicidad.
Esta verdad, esta certeza que tanto el EAAF, el Juzgado y todos los que colaboraron nos están proporcionando hoy, nos permiten mirar para delante de otra forma. Es algo nuevo que recién ahora podemos experimentar….
Por eso hoy, después de 40 años, quisiera ponerme en el lugar de esos cuatro jóvenes, aunque sea por un ratito y pedirles, que desde esta nueva posición miremos para adelante esperanzadamente, abrazando su sueño y forjando los nuestros, para finalmente poder tener esa ansiada felicidad…. y desde este lugar nos volvamos garantes de que asi nos lleve otros 40 años, la verdad y la justicia llegara para con las demás familias, asi ellos puedan sentir esta nueva calma que nosotros estamos empezando a descubrir….

Muchas gracias…

jueves, 26 de noviembre de 2015




Luego de años de intenso trabajo, el 21 de octubre de 2014 en las inmediaciones de lo que fue el centro de exterminio La Perla, se hallaron los restos de Lila Rosa Gómez Granja, Luis Agustín Santillán Zevi, Ricardo Enrique Saibene y Alfredo Felipe Sinópoli, quienes fueron secuestrados el 6 de diciembre de 1975 y permanecieron casi 40 años como desparecidos.

Los restos de Lila, Luis, Ricardo y Alfredo, encontrados en los hornos de cal de la Ochoa, fueron los primeros hallados en el predio de lo que fuera el Tercer Cuerpo de Ejército en Córdoba.  Aquí fueron enterradas clandestinamente cientos de víctimas de la dictadura cívico - militar.

Este hallazgo representa un símbolo de esperanza para los miles de familiares que aún buscan los restos de sus seres queridos. Con la certeza de que quien deja huella no desaparece, acompañamos a sus familias y amigos en este homenaje a la vida y la esperanza.

martes, 23 de junio de 2015

  A muchos les cuesta entender porque después de casi cuarenta años tanto dolor, ellos no entienden que el día que te llevaron se  llevaron también nuestra inocencia y parte de nuestra infancia, se llevaron la cordura de nuestra abuela y la sonrisa de nuestro abuelo, la felicidad de nuestro padre, la paz de nuestro hogar porque lo llenaron de angustia, de dolor y de miseria, le robaron a Villa Mercedes la posibilidad de tener un médico brillante, al mundo de tener un hombre brillante. Nos quitaron mucho, pero nunca nos quitaron tu presencia, de una u otra manera, para bien o para mal, siempre estuviste allí, y lo que no comprendimos de niños, lo comprendimos de grandes: nunca pudieron arrancarnos la memoria, por mas que lo intentaron no pudieron, Igual que muchas familias nunca olvidamos, y eso nos hizo mas fuertes, más fuertes como personas, y espero que mas fuertes como sociedad, para que la próxima vez que pase, si alguna vez pasa, nadie sea indiferente, nadie mire hacia otro lado, nadie diga "algo habrán hecho".... NUNCA MAS.

sábado, 20 de junio de 2015

El viernes 19 de junio el Juzgado Federal de Córdoba Nº3 nos entregó el Certificado de Defunción de Ricardo, al igual que se los entregaron a los familiares de Lila, Alfredo y Luis. Para todos nosotros han sido unos días muy duros, y ni hablar de lo que fue ese momento, cargado de emoción, de recuerdos... Pero por fin la Justicia Argentina nos pudo informar con total certidumbre que le sucedió a Ricardo, y a pesar del dolor que eso nos causó, porque no es lo mismo imaginárselo, tener la sospecha, que escucharlo de boca de la justicia y saberlo ahora con certeza, sentimos mucha paz (todas las familias coincidimos en eso), por el reconocimiento, la restitución de sus memorias, por encontrar las respuestas que tanto necesitábamos... porque lo encontramos, y ya falta muy poco para traerlo a casa, para que por fin pueda descansar en paz.
"Estabas desaparecido.... ya te encontramos, y pronto volverás a casa."










































   Mi nombre es Omar SAIBENE, soy sobrino de Ricardo Enrique SAIBENE PARRA, hijo de su único hermano Omar José. Hoy, a casi 40 años de la desaparición de Ricardo, mi familia y especialmente mi padre, queremos agradecer esta luz que el juzgado ha brindado sobre la oscuridad que se impusiera aquel 5 de diciembre de 1975, porque no hay peor cosa que "el no saber".
   Como muchos de los familiares que están hoy presentes quisiera poder contarles la excelente persona y sobre todo lo amoroso hermano que era Ricardo, pero desafortunadamente tengo solo 37 años y no llegue a conocerlo. Aún así, a veces me pongo a pensar que es lo que podría haber de su vida... sus amigos y sus parientes me han repetido mil veces que Ricardo era un estudiante ejemplar de medicina, una persona con mucho carácter, muy inteligente, con una dedicación y voluntad férrea, y mas allá de sus ideales, que en lo mas mínimo podemos juzgar como acertados o no, una persona con compromiso y visión de futuro... y además, por sobre todas las cosas, un ser humano lleno de vida... juego a pensar en que hubiera llegado a ser tal vez como su amigo el Dr. Cocca, a convertirse en un médico abnegado y dedicado a los demás, una persona de bien... NUNCA MAS lo podremos saber.
   Este pensamiento no es casual, hoy, habiendo trascurrido casi 40 años de su búsqueda y con la cercanía del día del padre, me gustaría contarles algo mas... Ricardo era el segundo hijo de Leonor PARRA y Domingo Enrique SAIBENE, para la época era un hijo de padres grandes, lo que lo llevaba a tener enorme admiración por su hermano Omar, 9 años mayor.... Se hizo hincha de River para agradarle, siguiendo su ejemplo se fue a estudiar medicina y, por su admiración, se hizo peronista... Algo extremadamente difícil en una familia radical de clase media e hincha de Boca... Ambos hermanos se tenían una admiración plena y un amor sin igual...
   A lo largo de estos 40 años, sus familiares y sobre todo su hermano lo buscaron por todos lados y puedo asegurarles que no ha habido un solo día en que mi padre no espiara con el rabillo del ojo esperando que aparezca... Esperando su vuelta a casa... Aún con este doloroso pesar, se esforzó en continuar con la familia, dándole a Ricardo 3 sobrinos y 9 sobrinos-nietos, y he aquí donde considero esto lo mas importante de su legado: aún con su dolor, aún con esta trunca esperanza, no sembró en nosotros ni una pizca de resentimiento, no cultivo ni un poco de odio, no generó en nosotros la búsqueda de revancha... aún cuando se encargo de inculcar el compromiso de que no olvidemos para que no se repita, se plantó sobre su dolor alentándonos hacia el futuro, con una mirada comprometida con los demás y sobre todo con amor incondicional por la familia... Al principio, como todo joven, quizás no lo entendía, pero hoy con la llegada de mis hijos no puedo más que agradecer y admirar semejante claridad mental.
   Espero con este hallazgo, mi padre, mi familia y las familias de los demás chicos podamos continuar iluminando nuestros corazones para transmitir que no hay razón que justifique este ensañamiento con otra persona, que NUNCA MAS debe volver a repetirse y, por sobre todo, que el que piensa diferente, no es nuestro enemigo...
   "Papá, hoy el tío y los chicos vuelven a casa..."
   Espero este domingo finalmente puede ser un felíz día del padre para todos...
   Gracias...

Palabras de Omar José SAIBENE (H) en ocasión del acto de entrega de Certificado de Defunción de Ricardo Enrique SAIBENE PARRA, Alfredo SINÓPOLI GRITTI, Lila Rosa GOMEZ GRANJA y Luis Agustín SANTILLAN SEVI, y la visita al Ex Campo Clandestino de Detención La Perla, dónde fueron hallados sus restos.

viernes, 27 de marzo de 2015


El dolor no sabe de política, 
no sabe de luchas ni de banderas.
Cuando lloramos a un hermano
no nos preguntamos donde ni con quién,
sólo lloramos a un hermano,
nos dejamos llevar por ese dolor 
que nos desgarra el alma....
El dolor no sabe de política,
no se contiene ni se dirige,
no tiene segundas intenciones.
Cuando lloramos a un hermano,
sólo lloramos a un hermano.

martes, 24 de marzo de 2015

A 39 años del golpe continuamos pidiendo por la verdad y la justicia. En estos días, con la identificación de los restos de Ricardo, nosotros, al igual que él, hemos encontrado algo de paz. Ruego a Dios que pronto todas las familias de desaparecidos encuentren la misma paz.... Mientras tanto seguimos clamando por justicia.

María Silvina SAIBENE

viernes, 20 de marzo de 2015