No encontré las palabras para escribirte antes. Papá falleció el pasado 7 de julio, pero nos había dejado mucho antes. Su cuerpo soportó mucho dolor los últimos días, pero su alma dejó de sufrir en el momento en que sucumbió al olvido. Aún no sé en que momento lo perdimos, sólo sé que se fue sin haberte encontrado. Fue en ese momento, parados en medio de La Perla, tomados de la mano al final de la ceremonia, rodeados de tanto dolor lo busqué y ya no estaba. Allí comencé a darme cuenta. Creo que se dejó ir de a poco. Permitió que la bruma del olvido copara todos los rincones, envolviendo recuerdos amargos, aliviando los dolores. Dejó de tenerte en la punta de la lengua... se fue como la abuela.
Hace mucho tiempo papá me dio unas hojas arrugadas: escritas con garabatos y la tinta corrida por las lagrimas había unas poesías, así me legó su historia, tu ausencia. Así me comprometí a cargar con su memoria, mantenerte presente, liberarlo...
Hace mucho tiempo papá me dio unas hojas arrugadas: escritas con garabatos y la tinta corrida por las lagrimas había unas poesías, así me legó su historia, tu ausencia. Así me comprometí a cargar con su memoria, mantenerte presente, liberarlo...
María Silvina SAIBENE
