La vida cambia en un instante. Pequeñas decisiones que parecen intrascendentes tuercen el resto de nuestras vidas. Ese momento en que, con total indolencia, una pieza se tambalea y empuja a otra y de pronto miles de piezas están cayendo y ya nunca nada puede ser como antes. ¿Quién podría pensar que deternerse a charlar en el parque tuviera consecuencias tan atroces? Por eso los levantaron ese día, apenas pisaban la veintena, y se los llevaron como si nada, como si no importara, como si no valieran. Así, sin más, tiraron la pieza que volcó nuestros mundos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario